La idea rectora del proyecto fue que cada uno de las unidades este conformada espacios amplios y grandes visuales. Se planteó una generatriz curva para la implantación de los bloques y de esta manera asegurar una interesante multiplicación de los puntos de vista.

Un complejo residencial de 43.000 m2, ubicado en la parada 35 de la Playa Brava, Punta del Este, que consta de diez bloques, seis de ellos sobre la rambla con vistas al mar y cuatro sobre la desembocadura del Arroyo Maldonado con vistas a la barra. Cada bloque cuenta con dos semipisos de igual superficie con diferentes dibujos en su interior.

Las unidades de los bloques con vistas al mar son de mayor superficie que los que cuentan con vistas a la desembocadura. Algo novedoso en el desarrollo de este último fue generar el acceso al complejo por el contra frente, a través de una calle interior. Esta decisión permitió generar sobre el nivel de la planta baja unidades con grandes expansiones verdes y piscinas privadas y la topología del terreno permitió que también tengan buenas visuales con gran privacidad de todo el movimiento vehicular/peatonal. En el remate de cada bloque se encuentra el pent-house, con generosas terrazas y también sus piscinas privadas. El estacionamiento se desarrolla al mismo nivel que el acceso peatonal desde la calle del contra frente, en donde se previeron tres cocheras por unidad y su correspondiente baulera.

Su programa de amenities se duplica para cada conjunto, piscinas interiores y exteriores, gimnasio, sector de parrillas, salones de usos múltiples y business center.

Un desarrollo que resultó ser un éxito de alta aceptación, ubicación, diseño y alto standard de construcción, todos ingredientes de gran importancia.