En un predio entre medianeras, y teniendo en cuenta el espacio que ocupan una sala de teatro, el escenario y demás funciones particulares de un programa cultural, el planteo se organiza ubicando los servicios sobre las medianeras y fondo, dejando libre el centro para ubicar la sala con el escenario y detrás de éste los sectores de apoyo. Para recomponer el frente sobre la Avenida Corrientes se decide colocar las oficinas en un volumen de diez pisos.

El complejo contiene un Teatro de Comedia para presentaciones de teatro convencional, con una capacidad para 1130 espectadores en dos niveles. El escenario, por su tamaño, instalaciones, equipamiento y maquinaria, constituye uno de los más completos en su clase, y ofrece infinidad de posibilidades de adaptación y representación. Además, se estableció un Teatro de Cámara, del tipo Isabelino, para shows más íntimos y experimentales, que tiene la característica de integrar auditórium y escenario, facilitando la comunión entre artistas y los 600 espectadores que pueden acceder al ambiente. El microcine, resuelto en el 10º piso, se ideó tanto para el uso privado como el público, y puede utilizarse también como hall de conferencia para distintos actos con 250 butacas disponibles.

Al mismo tiempo, funciona un hall de exposiciones de 260m2; un Museo de Arte Moderno, extendido en seis pisos de 400m2; Escuela de Arte Dramático, compuesto por salas para la enseñanza de teatro escénico, coreografía y artes cinematográficas, entre otros, distribuido en ocho pisos del complejo; Talleres y Almacenes, al servicio de los auditórium; Estacionamiento, con seis pisos subterráneos para 300 vehículos; y, finalmente, el Bar, con capacidad para 300 personas, abierto al público externo.