Ubicado dentro del Complejo Al Río, su entorno y su característica de inserción urbana son muy particulares.

Al Este, el Río de la Plata con su parque vial costero, lo cual implica una sensación de apertura total y contacto con la naturaleza, y al Oeste, la Av. Del Libertador con todos los servicios y medios de transporte público.

En donde se genera el acceso del edificio a través de una plaza seca y un sistema de escaleras mecánicas rodeadas de locales gastronómicos y expansiones al espacio público, en medio del Masterplan del Complejo.

Una volumetría de 160 metros de longitud con un zócalo comercial en la planta baja, elevada a 6 metros de altura. Tres niveles de oficinas con 16 módulos, organizados en 4 núcleos verticales. Esto permite una gran flexibilidad, generando unidades que van desde los 150 m2 a 600 m2 con núcleos que ayudan a dividir sus flujos.

Dada su longitud se optó por un desarrollo formal que la fragmenta, mediante un sistema de balcones y parasoles de estructura metálica con horizontales para que la vegetación se entrelaza. Un gesto formal que se emparenta con el medio ambiente y la empatía con lo sustentable donde el edificio certifica dentro del protocolo LEED.